El río Guadalquivir,hijo del mes de Febrero,le prometió a la Esperanza que sería costalero.
Le ciñen la cinturilla fajas de piedra y beso.La plata de los olivos,le ha perfumado con óleos de Viernes Santo Abrileño.
Le trenzan las alpargatas unos pececillos béticos.¿Cuando ha nacido este río?¿Quien le plantó ese deseo?Se ciñe el costal de luna cada noche,en cada cielo.
Y cuando llega la hora de cumplir este sueño,¿quien me aleja de tu verde,de tu barrio,de mi adentro?¡Le han dado un quiebro!le están negando a mi fuerza,cabe tu puente ser cuello...¡Que mis corrientes se olviden de aliviar tu breve peso!La corta de la cartuja le ha puesto un crespón de cieno.Le duele a chorro el Genil que lleva por sus adentros lorquianamente difuso,Granadinamente serio.Coria le ha puesto a su fondo alhajas de barco muerto.Río de ninguna parte,dicen que llegó a Sanlúcar sin sentirse ya su dueño,derrotado en la rutina de tanto nacer muriendo.Agoniza junto al coto,la boca le sabe a océano.Un verso le esta tejiendo mortaja de aire pesquero.El viejo Betis expira,ya con la sal por el pecho.Su lamento no fue antiguo,hace tiempo lo dijeron.¡REINA Y MADRE CAPITANA!¡CON DOS PENITAS...ME MUERO!
PARA TÍ COSTALERO DEL ALMA,TU QUE SABES LLEVARME AL CIELO DE MI TRIANA.
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